Y se dividen básicamente entre aceites y grasas por su composición.
Normalmente a nivel coloquial llamamos grasas, tanto a los de origen animal como a los de origen vegetal, pero que a temperatura ambiente son solidas, mientras que las que a temperatura ambiente son líquidos les llamamos aceite.
Básicamente no profundizaremos en materia química todo y que es remarcable que en un litro de lípidos sea cual sea su origen y temperatura de fusión, hay aproximadamente 9000 Kcal, y que su función en nuestro cuerpo es por encima de todo como reserva energética. Dicho esto nos centraremos en lo que nos importa más que es su uso culinario.
Muchas veces me encuentro con gente, cuya pregunta básica sobre los aceites es la misma, porque y cuando uno u otro tipo de aceite.
Al final lo más importante es saber que es lo que queremos elaborar y valorar la presencia del sabor del aceite o grasa que vamos a usar, en el sabor final del producto. Así pues, si queremos obtener un producto con muy poca presencia de sabor del aceite en el resultado final, no usaremos aceites o grasas que tengan un sabor propio muy marcado, por lo contrario si queremos un resultado con un sabor marcado por el aceite usaremos un producto con elevadas propiedades personales.
Así, si nuestro objetivo es elaborar un producto como una infusión de aceite con trufa o un frito, será recomendable usar aceites de girasol o cacahuete que son muy neutros-insaboros.Por lo contrario si queremos un sabor marcado por la grasa en el resultado final, como una menieur o una vinagreta usaremos oliva o mantequilla cuya personalidad es muy alta.