Llegan las fiestas de Semana Santa... para unos vacaciones, para otros tradiciones y para otros;
fervor y emoción... como siempre el sentido se lo damos nosotros. Lo que está
claro es que hay algunas tradiciones de las que a todos nos gusta participar y
si no nos gusta, nos toca!!
En estas fechas “la Mona” es una de ellas. ¿Sabíais quela palabra “mona” procede
del término árabe “munna”? que significa literalmente «provisión de la boca» o
regalo que los moriscos hacían a sus señores. Concretamente, ese regalo
consistía en un alimento hecho con harina, azúcar, huevos y sal… curioso ¿verdad?
Los escaparates de la ciudad se llenan de cientos de coloridas monas que
hacen las delicias de niños y adultos. De chocolate negro emulando a nuestros
ídolos y personajes preferidos, tradicionales,
con sus huevos y sus plumas, excentricidades de más de un metro de altura (verdaderas
obras arquitectónicas). La oferta es amplia y para todos los gustos, pero lo impepinable es que se trata de una tradición familiar y que no existe padrino que se
atreva a ir a ver a su ahijado sin ella!
photo by @Carles Esporrin |
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